El rol del counselor en la terapia Gestalt es fundamental para guiar a los clientes a través de su proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal. Los counselors utilizan una combinación de técnicas y enfoques para crear un ambiente de apoyo y confianza donde los clientes pueden explorar sus emociones y comportamientos.

Una de las principales responsabilidades del counselor es la escucha activa. Esto implica prestar atención completa y sin juicio a lo que el cliente está diciendo, lo que ayuda a crear una conexión genuina y a construir confianza. La empatía es otra habilidad esencial, ya que permite al counselor comprender y validar las experiencias del cliente.

El trabajo con el aquí y ahora es un aspecto central de la terapia Gestalt. Los counselors ayudan a los clientes a enfocarse en el momento presente, fomentando la autoconciencia y la presencia plena. Esta práctica de mindfulness es crucial para identificar y cambiar patrones de comportamiento no saludables.

Otra técnica importante es el diálogo entre partes, que permite a los clientes explorar diferentes aspectos de sí mismos en conflicto. El counselor guía este proceso, ayudando al cliente a integrar estas partes y a encontrar un equilibrio interno.

Además, el counselor utiliza la técnica de la silla vacía para ayudar a los clientes a expresar emociones no resueltas y a dialogar con partes de sí mismos o con personas significativas en su vida. Esta técnica puede conducir a una resolución emocional y a un mayor entendimiento personal.

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