La violencia intrafamiliar es un problema complejo que puede tomar muchas formas. Más allá de la violencia física, existen otras formas de abuso que pueden ser iguales de dañinas para las víctimas.

El abuso emocional es una de las formas más insidiosas de violencia intrafamiliar. Este tipo de abuso puede incluir insultos, humillaciones, amenazas y manipulación emocional. Las víctimas de abuso emocional a menudo experimentan una disminución de la autoestima y pueden desarrollar problemas de salud mental.

El abuso económico es otra forma de violencia que implica el control financiero de la víctima. Esto puede incluir restringir el acceso al dinero, controlar todas las decisiones financieras y evitar que la víctima trabaje. El abuso económico crea una dependencia que dificulta aún más la posibilidad de escapar de la situación violenta.

La violencia sexual dentro del hogar es otro tipo de abuso que muchas veces se pasa por alto. Esto puede incluir la coerción sexual, el acoso y la violación marital. La violencia sexual tiene graves consecuencias físicas y psicológicas para las víctimas.

Finalmente, la negligencia es una forma de violencia intrafamiliar que afecta especialmente a niños y ancianos. La negligencia implica la falta de atención y cuidado necesarios para el bienestar de la víctima, lo que puede llevar a problemas de salud graves e incluso a la muerte.

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